¡Bonjouur! nos levantamos con ganas e ilusión, y no es para menos, amanecemos en Ginebra, la ciudad mas internacional institucionalmente del planeta, y con la motivación extra de que íbamos a entrar a las entrañas de la ONU. Para empezar, un buen desayuno, continental, como a mi me gusta, la mesa…llena de platos…estilo…buffet libre, como a mi me encantan, así que gente, una imagen vale mas que mil palabras, y la cara de Aimara lo dice todo.
Visitar Ginebra y la ONU
Nuestra quedada con Lorenzo, sería para las 12:30, por lo que nos levantamos temprano, a eso de las 09:00 horas, para poder aprovechar la media mañana sobrante y ver algo mas de Ginebra, montar en barco (a petición apasionante de Aimara) y hacer una pequeña travesía por el lago y todo lo que nos diera tiempo, así que lo primero que hicimos fue aprovechar el maravilloso día que hizo para irnos al puerto y coger el primer barco que vimos, que por cierto no 0€ debido a que en todos los hoteles, al pernoctar en ellos te dan una serie de tarjetas que te posibilitan gratuitamente el transporte en la ciudad (autobuses, barcos…)
Una vez terminado el trayecto, que realmente fue cruzar de una punta a la otra del lago, aprovechamos para hacer turismo por el centro de la ciudad, donde cruzamos por el Jardín Anglais o Jardín Inglés para ver el reloj de flores mas famoso del mundo entero, el emblema de la ciudad, conmemorando la importancia de la industria de los relojes en Ginebra, una obra de arte que data desde 1955.
Y puesto que íbamos a ver tiendas y demás, pues destacamos en estas imágenes lo que mas nos llegó de esta ciudad.
Se nos hacía la hora y la verdad es que lo último que queríamos era llegar tarde a nuestra cita y hacer esperar a nuestro nuevo amigo, así que cogimos un autobús cerca de nuestro hotel, que nos dejo prácticamente en la misma puerta del edificio, y es que el lugar estaría a unos 15 minutos, bastante cerca. Llegamos por fin, se encuentro en un sitio super tranquilo, con vistas al Lago, y rodeado de mucho verde, pero bueno eso es normal en estas tierras.
Nada mas llegar a las puertas, ahí está él, esperándonos con su sonrisa, vestido de traje y chaqueta y al cuello colgando su pase VIP…ya de primeras nos impresionó entrar al edificio, y como si de un aeropuerto se tratara, dejando todas tus pertenencias en una caja para pasar el arco de seguridad, y gracias a Loren todo fue mas llano y sencillo…”van conmigo” les dijo, mientras hablaba con uno de los guardias…”y es que siempre hay que llevarse bien con la seguridad” nos dijo, y cuanta razón tiene. Estamos dentro y es inevitable hacerse esta foto en la entrada del edificio que divide las oficinas de las United Nations Office at Geneva.
Todavía no puedo creer que pudiera entrar a esta sala…”no pasar”, lo ponía bien claro, en ingles y en francés, pero se ve que como no estaba en español, ni Lorenzo quiso darse cuenta, “vamos a entrar para que lo veais“…aquí se han tomado decisiones muy importantes y ya estaba bien que el mundo escuchase todo lo que teníamos que decir. Hasta Loren se animo…”hazme una foto que mira que he pasado veces por aquí y no la tengo“.
Momento grande en la ONU, pero serían las 13:00 horas cuando Loren, quiso invitarnos a almorzar en el comedor de la ONU, así que nos fuimos a “comer un bocado” con él y un compañero alemán muy simpático que hablaba también español un poco.
Después de un suculento almuerzo en compañía de gente relevante en el mundo comercial y del desarrollo, la sensación que tenía en ese lugar era la de estar en un sitio importante, rodeado de gente a priori importante para la sociedad y sobre todo rodeado de gente de todas las nacionalidad habidas y por haber, fue chocante pasear por los pasillos que nos iba enseñando Lorenzo, y ver a personas tan dispares que están trabajando juntos codo con codo, la esencia multicultural de Suiza, en un solo edificio.
Y para mas excitación, si encima ves en un edificio tan importante una escaleras que te bloquean el paso, y te saltas las “reglas” por que estás escuchando un sonido celestial que proviene de arriba…pues mas legendary aún.
Arriba había un coro asiático filipino deleitándonos con sus voces en una exhibición de arte musical. Para disculparme por la foto anterior os dejo un vídeo mas abajo.
Acto seguidos fuimos dando un paseo por las oficinas, presentándonos a sus compañeros y amigos hasta llegar a su oficina y despacho, allí aprovechamos para darle unos “presents” que teníamos preparados.
Y por desgracia, nuestra hora de visita caducaba y Lorenzo tenía que volver a ponerse “manos a la obra” y seguir trabajando, por lo que nos despedimos con mucha tristeza por un lado…y alegría por haberlo conocido…muchas gracias…y ¡hasta la próxima!
Abandonamos la ONU mirando hacia atrás, y dejamos muchos recuerdos, momentos memorables…y una pedazo cola que no tuvimos que hacer en la entrada.
De vuelta en bus hasta el centro de Ginebra de nuevo…nuestro avión saldría a unas horas rumbo a Madrid, y queríamos explorar nuevos territorios…así que nos fuimos a la “playa” artificial y dimos una vuelta por última vez por lo mas bonito de la ciudad, su largo e inmenso lago.
Y nos despedimos de este relámpago, hermoso, y legendario viaje con esta imagen, me quedo este edificio como símbolo de lo que me ha representado para mi las ciudades de Lausanne y Ginebra, la diversidad de nacionalidades y culturas, el orden y la limpieza de sus calles, el respeto a lo ajeno y la simpatía de los ciudadanos que hemos conocido…gracias por estos maravillosos días, y desde aquí mandamos un eterno saludo a Marie Jaccard, a sus amigas, y a Lorenzo Martinez, en Murcia tenéis vuestra casa.
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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.