Saludos querida familia “tómate algo”.

Nos encontramos en un día especial, y es que hoy le quiero dedicar esta entrada a Luis, nuestro colega y amigo zaragozano, ya que es su ultimo día en la isla y con mucha alegría por lo vivido, la pena por la marcha a España es notable por todos.

Nos levantamos con la idea principal de comprar con Ana unos encargos familiares (5 machetes y 2 cajas de puros), de camino a la playa pasamos un túnel donde hay un bar dominicano y varios puestos de souvenirs, nada mas entrar los mercaderes ya te están ofreciendo sus productos sin cesar…pero nosotros fuimos a tiro hecho, sabiendo donde íbamos a comprar y por que precio, así que nos costo 400 pesos el machete (8 €) y 700 pesos la caja de Cohibas (11 €).

El famoso ¨Mamajuana¨ la madera afrodisíaca dominicana

Con las compras realizadas fuimos a Soles, nada mas salir al ver la luz a mano derecha, y nos tomamos un refrescante jugo de frutas como hizo Ana o un buen café como hicimos mi hermana y yo…mientras tanto, Luis estaba disfrutando de su ultimo día playero.

Fiesta chill out en el día de hoy en ¨Soles¨

El distribuidor de hielos

Soles

Aprovechamos mi hermana y yo para darnos un paseo por la playa, esa playa blanca que te molesta a los ojos cuando la miras fijamente al darle el sol, esa arena que no quema al andar, y llena de tumbonas por los Hoteles Resort que te encuentras a tu paso. De repente nos llueve, pero para en menos de un minuto, así es el trópico, y sale el arco iris.

 

 

Rainbow dominicano

 

El “Titanic” se queda corto

 

Momento relax y de inflexión

Después de este gran paseo entre hermanos, nos marchamos a casa a preparar las cosas para irnos con Luis y Antonio al aeropuerto y despedirnos de el. Serian las 19 horas cuando salimos de la casa dirección al aeropuerto de Punta Cana, su vuelo saldría a las 22 horas  mas  o menos y de Bávaro se encontraba a 30 minutos. Allí estuvimos esperando hasta que facturase, para salir hay que dejar en las arcas dominicanas unos $20, y mientras esperábamos estuvimos hablando con dos operarios dominicanos del aeropuerto llamados Edwin y Josue, nos sorprendió que trabajasen unas 18 horas al día, a pesar de ellos no se apagaba su alegría y bravuconería.

Hasta la vista Luis (mis mas cordiales distinciones)

De vuelta a casa, nos esperaba Ana, con la cena en la mesa (huevos rellenos, como todo lo que hemos estado comiendo hasta ahora, buenísimos), ron de postre, y puesto que seria la ultima noche en Bávaro  bajamos a la playa a despedirnos de nuestros colegas de los últimos días en ¨Soles¨.

Con todo el equipo

¨Soles¨ team

Con uno de los Djs de “Soles”

Un agradecimiento personal a Cecilia por haberme prestado su ordenador personal durante estos días,  sin ella no hubiera podido conectar con el mundo exterior y llevar a cabo este proyecto. Saludos y nuestros mejores deseos para Jordi de parte de los hermanos de Murcia.

Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.