Menudo día hemos tenido hoy, realmente completo, desde las 06:30 am levantados, dispuestos a aprovechar el desayuno incluido de San Bosco Hotel, un buffet basado en leche, cafe, cereales, fruta fresca y como no, gallo pinto: arroz, frijoles y tortilla. Hoy vamos a hacer rafting en el río Sarapiquí, una experiencia en un río con dificultad de niveles III-IV, todo por 66€ (incluye almuerzo, un servicio de máxima calidad y transporte). A las 08:30 am vendrían a recogernos la empresa Wave Expeditions, y nos dejarían de nuevo a las 15:30 horas por lo que dejamos todas nuestras cosas listas y preparadas en el coche ya que el check-out lo tendríamos a las 12:00 horas. Se para una buseta (bus pequeño) con los rótulos de la empresa Wave Expeditions, y se presenta el guía de la actividad que vamos a hacer, Dionis, un encantador costarricense que nos presenta al resto del grupo que comanda la empresa, Jorge “Momo” (nuestro líder de la barca) y Jeffry (nuestro conductor) entre otros. De camino hacemos una parada en un bar para tomar un refrigerio y disfrutar de la presencia de unos animalitos muy curiosos  que estaban literalmente a la mano para ver y tocar (aunque no es recomendable, utilizan su cola para golpear), las iguanas.

De camino a la zona de partida Dionis nos explicaba las instrucciones a seguir para tener una buena travesía y no tener innecesarios problemas, desde las señales que se utilizan en el caso de caída, si al caer pones una mano en la cabeza es que todo va ¡¡ok!! y si cruzas los brazos en forma de X es que te has hecho daño. Además de saber que forma debes de adoptar en el río para no lastimarte contra las rocas (en forma de muerto con la cabeza mirando río abajo y la pala cruzada de manera vertical. En el caso de vuelco de la barca, saber que no debes de intentar agarrar las cuerdas del exterior por que el guía se encarga de subir a la barca volcada y darle la vuelta desde arriba. Por otro lado las señales que el guía (que estaría en la parte de atrás de la barca) daría para orientar la barca…y este elegiría a dos personas para estar en la parte delantera, estos tendrían que coordinar sus movimientos. Vale, pues me tocó a mi ser uno de ellos, y a mi vera un americano de Los Angeles, por lo que el guía que tenía que lidiar en español y en inglés para dar las ordenes, al final eso trajo consigo una anécdota que llegado el momento contare.

Dionis dando sus instrucciones de camino al río

Dionis dando sus instrucciones de camino al río

En unos 45 minutos llegamos a nuestro destino, sobre un puente se hinchan las barcas, y nos colocan los chalecos salvavidas y los cascos, además de darnos nuestras respectivas palas. Estábamos en San Miguel, y el río nos dejaría en la localidad de La Virgen, un tramo que en coche lo haces en 10 minutos, nosotros tardaríamos 2 horas en recorrerlo. ¡¡Esto promete!!

 Los primeros pasos son unas practicas en el mismo inicio del río, y gracias a Jeffrey, nuestro conductor, tenemos estas fotos que nos ha hecho dedicadas desde su móvil, ¡gracias!

Si quieres ver el vídeo del rescate realizando el rafting en el río Sarapiquí haz click mas abajo

Para ser la primera que realizo una actividad de este tipo, meternos en una experiencia de rafting en niveles III-IV ha sido un verdadero acierto, a pesar de todo lo ocurrido…y es que el inicio de este descenso es bestial, los primeros rápidos tienen unos nombres que ya lo dicen todo, el primero y al que mas cariño le tengo se llama cafe de la mañana (por que te pone las pilas en las primeras de cambio) y el siguiente se llama el exterminador. Cuando te dicen eso cuando ya inicias el descenso te da que pesar, sobre todo si estas en primera línea de fuego. Y es que dentro del rápido de café en la mañana, el guía ordeno una maniobra que no entendí bien, y justo cuando miré atrás para que me repitiese que había dicho una roca impacto con el bote y caí al agua…todo fue tan rápido que de repente me vi en el agua flotando, iniciando la posición que me habían dicho, pala en vertical y cruzada…posición de muerto con la cabeza mirando río abajo, hasta que a los segundos el bote estaba cerca mío de nuevo, y una mano salvadora me encontró, mi querido y fiel compañero Soler. Por suerte todo esta hazaña está grabada en vídeo. Una vez pasado lo mas fuerte, hicimos un descanso en una pequeña piscina que forma el río y aprovechamos para refrescarnos aún mas.

A mitad de trayecto, después de unos descensos mas controlados y disfrutando la experiencia, la actividad tenía preparada un almuerzo basado en piña y sandía fresca para las 11 personas que nos encontrábamos allí mas los monitores. Estaba deliciosa.

Durante todo el descenso, creo que fuimos el bote con mas percances de toda la mañana, encallamos dos veces en las rocas, lo que fue una odisea para nuestro guía Jorge el sacarnos de allí en las dos ocasiones, en la primera se lastimo con una roca el tobillo inclusive, y en la segunda tuve que salirme del bote y ayudarle para sacarlo.

Por otro lado tuvimos una experiencia sublime haciendo lo que ellos le llaman el toro, y consta en ponerse en la punta del bote con las piernas colgando y cogiéndote de las cuerdas tienes que disfrutar de unos de los rápidos en primera línea, es verdaderamente genial, y Soler y yo lo probamos…por supuesto también está grabado para que lo veáis.

Llegaron las 2 horas como si hubieran sido 5 minutos, y si hubieramos seguido bajando río abajo estaríamos entrando tarde o temprano a Nicaragua y sin pasaporte, por lo que acabamos la legendaria experiencia comiendo en un restaurante  a cargo de la empresa (entraba dentro del pack contratado), y comimos casado, otra típica comida costarricense, basada en arroz, frijoles, patata, plátano frito y ensalada de frutas.

El tour terminaba, pero no podíamos antes abandonar a esta gente que nos ha hecho pasar un gran día sin echarnos una foto, así que con todos ustedes, nuestro conductor y guía, gracias por todo.

A partir de aquí comienza otra etapa de nuestro viaje, nos ponemos dirección a Monteverde, una de las zonas mas verdes (como su nombre indica) de Costa Rica, nos esperaban unas 3 horas y 30 minutos de carretera, rodeando el lago Arenal, que es un embalse artificial formado tras la construcción de una presa en 1979 aprovechando la existencia de un pequeño lago del mismo nombre.

Por su superficie, es el mayor lago del país. Mide aproximadamente 30 km de largo y casi 5 km en su punto más ancho, con un área de 85 kilómetros cuadrados. Su profundidad varía entre 30 y 60 metros, dependiendo de la temporada.

De camino a Monteverde, nos encontramos que mas de 20 kilómetros de camino asfaltado se convirtieron en un camino de tierra y piedras, con unos baches descomunales, caminos propios de pueblos de hace 60 años en España. El trayecto fue una odisea, pero antes de que anocheciera pudimos sacar estas instantáneas curiosas del camino hasta la localidad de Santa Elena, lugar donde encontraríamos nuestro propio alojamiento, Tree House Hostel.

El coatí de nariz blanca (Nasua narica), también conocido como pizote

El coatí de nariz blanca (Nasua narica), también conocido como pizote

 

Puedes encontrar obras en mitad del camino para quitar tierra, allanar o incluso para retirar un árbol caído

El terreno era tan angosto complicado que varias veces nos encontramos vehículos averiados por el camino.

Después de mas de 3 horas de viaje y curvas llegamos a Santa Elena (Monteverde), y para nuestra sorpresa están todas las entradas al pueblo montañés cortadas, hemos llegado justo en fiestas al pueblo, están celebrando la fiesta de La Luz, como principio de fiestas navideñas, con un desfile y el lanzamiento de un castillo al final.

Preguntamos a un policía lugareño y resulta que nuestro hostel está en pleno centro de fiestas…pero este le invitamos a que se monte en nuestro coche y nos acompaña a parquear (estacionar) el coche en el lugar mas cercano al hostel. Una vez en la misma puerta del hostel vemos que está cerrada…¿como es esto? ¿después de todo nos vamos a quedar en tierra de nadie? hasta que en ese mismo momento entro uno de los trabajadores del hostel y nos dejó pasar…resulta que en días festivos como hoy cierran puertas para que no esté entrando la gente que no sea del hostel.

Nuestro nuevo amigo se llama Danny Ramirez, guía y trabajador de Tree House Hostel, un chico encantador que nos recibió con los brazos abiertos, nos dio de cenar y de beber gratis y se ofreció amablemente a hacernos un tour a las 07:00 am por Monteverde para ver los increíbles animales de la zona…¡¡esto es legendario!!

Estamos viviendo unos días memorables, conociendo a gente muy especial, que sin conocerte de nada te ofrece y se deja querer, viendo paisajes de en sueño que ni en sueños podrías imaginar y disfrutando una aventura lo mas cercana posible al pueblo tico.

Mañana nos esperan mas anécdotas que contar, mañana haremos canopy y viajaremos de nuevo a San José para encontrarnos con una de las personas mas famosas de Costa Rica.

 

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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.