Nuestro último día en la tierra de la pura vida, hoy vamos a quemar la última etapa de nuestro viaje disfrutando las playas de Puerto Viejo de Talamanca, un lugar paradisíaco del Mar Caribe, situado al sureste de Costa Rica.

Aunque por los lugareños es simplemente conocido como Puerto Viejo, hay que especificar a la hora de viajar por que existe otra localidad llamada Puerto Viejo al noroeste del país.

Puerto Viejo de Talamanca es un destino turístico muy popular. Es conocido entre la comunidad de surferos como el lugar donde se disfruta de la ola más grande, y también es muy famosa por sus playas caribeñas y hermosas, como Playa Chiquita, Playa Negra, Punta Uva y Manzanillo.

Son las 08:00 am, nuestro desayuno en Lizard King Hotel está listo de 07:00 a 10:00 horas, y puesto que está incluido en nuestro precio (24€ por noche), no dudamos en aprovecharlo. Pedimos un desayuno continental, con huevos revueltos, frutas como piña, papaya y banana frita, acompañado de pan, mermelada, café con leche y zumo de naranja.

Y desde aquí informo a todos los interesados que no tengan trabajo y quieran vivir una gran experiencia, que este hotel necesita un camarer@ con experiencia y que sepa hablar español e ingles, cobraría unos 40.000 colones ($80) a la semana mas incentivos y propinas al principio,  por lo que aquí dejo la nota informativa. Interesados contactar a través de www.tomatealgo.es

Le preguntamos a la dueña del hotel, ella no es tica pero nos trata con la misma amabilidad con la que trataría un tico, y nos recomienda las playas de Punta Uva o Manzanillo para disfrutar de playas salvajes, está unos 8 km de paseo por selva así que nos pusimos en marcha con nuestro Toyota Rav 4×4.

Nos metemos en un camino de tierra pedregoso al llegar a la zona de Punta Uva, no se ve a nadie por la zona…es mas, estamos nosotros dos solos ante la inmensidad del Mar Caribe delante nuestra, y la selva llena de cocoteros a nuestras espaldas, esto es muy hermoso.

Esto es precioso pero decidimos volver a Puerto Viejo con los lugareños para disfrutar de las olas de la playa y el camino desde Punta Uva a Puerto Viejo no deja indiferente a nadie.

Por el camino no podemos creernos que es lo que está pasando, la gente rodea algo en la orilla de la carretera, es un animal pero no sabemos que es muy bien, es bien raro…¡oh! es un oso perezoso, que impresionante es verlo de tan cerca, al igual de impresionante es verlo como nosotros pudimos hacerlo ya que solo baja de los árboles cada 4 semanas para defecar, así que en esta ocasión lo encontramos en proceso.

El perezoso saluda a todos los amigos y amigas de «Tómate algo» ¡va por ustedes!

El perezoso saluda a todos los amigos y amigas de «Tómate algo» ¡va por ustedes!

La playa central de Puerto Viejo estaba perfecta, podría decir que es una de las playas mas bonitas que he visto junto a la de Koh Phangan de mi vida, estupenda para surferos con experiencia por sus olas de más de 4 o 5 metros y algunos puestos te facilitaban la experiencia, nosotros por nuestra parte, no quisimos perder el tiempo, el dinero…y sobre todo nuestra vida en ello.

Ideal para todo surfero con experiencia

Ideal para todo surfero con experiencia

Soler disfrutó de la playa como si fuera su último día de viaje

Soler disfrutó de la playa como si fuera su último día de viaje

Antonio no le bastaba sólo con bañarse y tomar el sol

Antonio no le bastaba sólo con bañarse y tomar el sol

De repente vemos como un niño, no tendría más de 12 años, entra al agua con su tabla de surf atada al tobillo, “Hola, ¿has surfeado antes?“, el niño responde “No“. Nos quedamos atónitos, la fuerza del agua y sus corrientes era demasiado fuerte, muchos ollos que hacían romper las olas a su paso y mientras el niño se adentraba en las corrientes, Soler se acercó detrás suya para ver su progreso, el pobre no tenía fuerzas para llegar a las olas principales, normal si hasta a nosotros nos costaba, así que Soler se propuso echarle una mano.

Soler el Nº1

Soler el Nº1

Helado de coco por 500 colones para refrescarte durante la mañana playera bajo el sol costarricense

Nos vamos de nuevo a Lizard King Hotel, es ya casi la hora de comer, y decidimos visitar una marisquería de la zona, uno de los platos que nos han recomendado y que no podíamos dejar de probar era el arroz con calamares de Puerto Viejo, así que yo aproveché para degustarlo y Soler un remix de marisco fresco.

Aprovechamos la hora del café para irnos al lado de la marisquería y tomarnos un café macchiato que no tuvo nada que envidiar a Starbucks, y ya debe de ser bueno para que yo lo diga.

El centro de Puerto Viejo muchas tiendas de souvenirs y de surf, bares, restaurantes, hoteles y compañías de turismo. Mientras vas andando por la carretera vemos pasar el ambiente caribeño alrededor nuestra, bicicletas y motos de alquiler, turismo europeo y puestos afro-caribeños.

Te vas dando cuenta que Puerto Viejo es una mezcla de pueblos y culturas, repleta de descendientes jamaicanos, europeos expatriados y pueblos indígenas. La cultura rastafari tiene una posición firme en la ciudad, y muchos rastas venden joyería hecha a mano y otras mercancías a lo largo de la carretera vibrante de la ciudad.

En unos de los puestos de souvenirs donde paramos nos hicimos amigos de la dependienta Hilda, visitará Europa en breve y nos pidió sacarnos una foto con ella. Un saludo desde aquí.

Justo en frente de Lizard King Hotel hay un bar donde cenamos plácidamente, el clima es perfecto en la noche, y por unos 3.000 colones (5€) cenamos una hamburguesa con patatas.

Y para terminar el día anduvimos unos 200 metros para llegar a un bar de dos plantas, Lazy Mon, es una casa construida con la finalidad de entretener a los lugareños y turistas de Puerto Viejo, nada mas entrar varios hombres te dejan caer si quieres algo de provecho: “Tengo Maria por si queréis” nos dicen uno….”Digo no, yo soy hombre de otro nombre de mujer” le contesto…y me dice “¡ah! en ese caso tambíen tengo a Blanca para ti”.

Dos cervezas marca de la casa Imperial para terminar la noche cuando se nos acerca otro rastafari, “Hola chicos que tal ¡¡pura vida!! que se les ofrece“, “Nada gracias, no fumamos” dice Soler, cuando contesta el tipo: “¿Es que sois policías?“, que ojo tuvo el tío ¿tanto se nota?

Nos fuimos a la habitación del hotel en seguida ya que al día siguiente tendríamos que levantarnos temprano para aprovechar las últimas horas de playa antes de marcharnos de nuevo a San José, y cual fue nuestra sorpresa al entrar cuando nos dimos cuenta de que teníamos un invitado especial en la habitación, bautizado como Wilson, os presentamos a nuestra nueva mascota, aquí son conocidos como Geko, y hay por todos lados.

Y con este post concluyo el penúltimo día de nuestra aventura, y el último escrito en tierras costarricenses, quiero de nuevo (no me canso) dar las gracias a todos los lectores de “Tómate algo” por seguirnos, a todos los dejáis vuestros comentarios que nos llenan de alegría y energía, gracias a todos y ¡¡pura vida!!

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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.