¡Buenos días! Hoy es domingo, es el día del señor, las mañanas domingueras huelen a misas de Gospel y estamos en el barrio indicado, Harlem,  a las 10:20 horas cogemos el metro y bajamos hasta la 125st para dirigirnos a la Church Baptist Evangelica para ver la misa Gospel de las 11:00 horas.

A los turistas nos suben al gallinero de arriba, una grada llena de sillas viejas deterioradas del uso y el tiempo lo que le daban un plus de autenticidad. Con todo el publico (habían bastantes españoles por cierto) estaban dos “empleadas de Dios” vestidas de blanco modo enfermero con guantes y sombreros incluidos advirtiendo continuamente que no se podían hacer fotos y haciendo levantar a la gente cuando la misa lo requería. Genuino total, con el reverendo de las películas, cantando el triunfal ¡Oh Happy Day! Al son de muchos cánticos  palmas y brazos alzados al cielo.

Nosotros como no dando la nota cantando en nuestro ingles las canciones y soltando un “Hallelujah” espontaneo de vez en cuando…como no, durante la misa pasan unos cubos para que dejes tu donativo y luego dan las gracias a todos los países que han visitado y disfrutado de la misa…por supuesto España fue nombrado.

Un poco antes de que terminara la misa nos fuimos al apartamento, hoy nos esperaba un gran día, el día de la hispanidad y lo celebran con un desfile por la 5 Avenue, y nosotros celebramos con ellos el día del:

Misa Gospel y el bando de la huerta neoyorkino

Que pedazo de día mas legendario, no creo que se haya hecho y seguro que publicado on line un desfile como el que hicimos, gracias al palo de la escoba de nuestro apartamento, nos sirvió de estandarte para la bandera de España, y vestidos de huertanos, nos conjuramos para pasar un día memorable.

Dicen que en New York hay tanto personaje que sueles pasar desapercibido, pero no es así del todo, eso solo ocurre en Times Square que puedes encontrarte cualquier cosa, pero fuimos al desfile que nos pertenecía y fuimos protagonistas sin lugar a dudas de toda la 6 Avenue, con la avenida cortada y llena de puestos de tiendas de ropa, utensilios y comida sudamericana modo mercadillo, íbamos a cada paso haciéndonos fotos con todo el mundo que quería  por que eran españoles y ni se imaginaban encontrarse con nosotros, con murcianos sorprendidos por el traje huertano, con sudamericanos que querían un recuerdo y por el escándalo continuo del ¡YOOO SOY ESPAÑOL, ESPAÑOOOL!

Bailando, saltando, tirados por el suelo, decidimos pasar por el desfile de la 5 Avenue y puesto que estaba lleno de policías nos hicimos una foto con la Agente Haleway.

Fue imposible meternos en el desfile así que fuimos a desmentir otro mito, ¿se puede hacer algo tan español como un “botelleo” en CENTRAL PARK? efectivamente, nos subimos a una colina para hacer la foto conquistando con nuestra bandera el resquicio de Central Park.


Se nos hacía tarde a la quedada de las 18:15 en el
Memorial Museum 9/11 pero entre que íbamos con estas pintas y que se me olvidaron las entradas en el apartamento no sabia si nos dejarían entrar, al llegar allí nos dejaron pasar por su amabilidad suprema hacia los españoles, y causó el efecto esperado, con todo lo que ha pasado y teniendo reciente el incidente del 11S. Hay que destacar que hay una sensibilidad notoria a la todos los países que han apoyado en la reconstrucción y ayuda de la zona 0, y se volcaron con nosotros para meternos en el museo, en la cola conocimos a Edson, un policía de Washington con 22 años en el cuerpo que nos explicaba lo vivido en el Pentágono, se nos puso los pelos de punta. 

Es aquí cuando concurre un hecho cuanto menos anecdótico, antes de entrar al Museum, la cola que estaba al aire libre y separados por unas rejas de un 1,5 metros de alto, nos encontramos al grupo de la gente del MEC que ya habían entrado al Museo, y acto seguido veo como Hector impulsado por su legendario carácter decide saltar la vaya para juntarse con el grupo, a lo que varios policías y guardias de seguridad vienen corriendo hacia nosotros invitándonos a salir del lugar…lo que no nos pase a nosotros.

Así que nos fuimos con el grupo MEC a cenar al Stardust Dinner (cena legendaria por el sitio y lugar y por lo que os contare a continuación), no eramos muchos así que cupimos muy bien en dos mesas, el restaurante tiene dos plantas y es un lugar decorado como en los años ’80, me recuerda al bar de Regreso al Futuro II, y todos los camareros son auténticos cracks de la canción (Hector Hurtado te hubiera encantado el sitio), cantando canciones mientras cenas, subidos a pie de mesa te amenizaban la noche…pero esa gente no se esperaba lo que pasaría a continuación:

En una de las canciones lentas, la magia del sitio propino a Hector otro de sus legendarios impulsos y vaya si lo fue, bailando hasta el centro del bar, todo el mundo cenando, el bar lleno, y el camarero cantando a metros de él, nos deleito con un ¡stripstis a los huertano!. Causando el vitoreo de la gente y el estallido de las chicas que no paraban de hacerle fotos, y es que parecía sacado del propio espectáculo del bar, hasta tal punto que el portero tuvo que intervenir antes de que empezara a bajarse los zaragueles.

Después de eso, hablaros de la comida y la bebida recargable a pajera abierta no tiene importancia.

Antes de irnos, Hector y Arturo se fueron a la 42st a tratar un asunto pendiente, y mientras nosotros nos quedamos con la gente del MEC, hubo un momento que me levante y me puse en la puerta por lo que la gente que entraba en grupo al verme con esas pintas me tocaba en el hombro y me decía el numero de personas que eran para sentarse a cenar, solo me faltaba ponerme a currar allí.

Decidimos marcharnos y nos quedamos en la puerta del restaurante esperando a la pareja Hector y Arturo a ver si venía, mientras un grupo de chicas nos preguntaba por el stripper del restaurante con mucha curiosidad legendary. Con nosotros estaban Marien, Andrea, Virginia, Debora, Noelia y Jose…que nos despedimos de ellos y acompañamos a Andrea al metro para que no se fuese sola.

Una vez en el metro nos encontramos con dos de nuestros vecinos del bajo del apartamento y nos cuentan su día y las compras que han hecho.

Llegamos a casa, me pido una hamburguesa con huevo, queso y bacon para terminar el día y de repente entra al 24 horas Arturo vestido como no de huertano…nos dicen que llevan 1 hora y media durmiendo en la calle sin las llaves del apartamento.

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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.