¡¡¡Ya estamos en Los Angeles!!!
Bueno, para el que no me conozca, un servidor se llama Antonio Abellán, y acaba de aterrizar a Los Angeles con 7 murcianos más con ganas de disfrutar de un viaje inolvidable por la Costa Oeste de USA, pero antes…os voy a contar como ha sido nuestra llegada desde Madrid.
Las 08:00 horas del sábado 9 de junio, mis padres y yo preparados y movilizados para estar a punto en la Estación de trenes a tiempo…preparamos los últimos detalles en mi maleta y mochila de mano, siendo el último objeto en meter dentro de mi mochila de mano, la herramienta más preciada de mi viaje, el ordenador portátil.
Llegamos a la Estación de trenes sobre las 09.10 horas, allí están todos esperando excepto J.D, que llegaría más tarde, despidiéndonos tuvimos a fijos como mis padres y nuestra querida Miriam (Alexia para nuestros seguidores de “Tómate algo en Tailandia”).
Una despedida más, un “hasta la vista”, “llevad cuidado” y “disfrutad” más.
Nuestro viaje en tren fue plácido y tranquilo, animados y excitados por nuestro comienzo, y relajados y aprovechando las primeras horas para descansar, ya que nos quedaba un día muy largo por disfrutar.
y empezamos teniendo la oportunidad de conocer a una figura y artista de la música, un proyecto de futuro, para todo aquel que sea seguidor del programa de “La Voz”, con todos ustedes, Rafa Blas.
Llegamos a Madrid, nuestra parada es Atocha Renfe, y desde allí dirección Tirso de Molina, hasta la C/Magdalena para llegar a nuestra destino, el albergue llamado Cat’s Hostel situado en la C/Cañizares, Nº6.
Un albergue estupendo, con un patio interior decorado al más puro estilo andaluz, donde por 20€ cada uno pasamos nuestra primera noche juntos en una habitación compartida para nosotros solos. Servicios a destacar en la noche que estuvimos: una cantina que por la noche vive la multiculturalidad de todos los residentes en el Hostel, WIFI (no funcionaba correctamente), servicios y duchas en abundancia (no había agua caliente), consignas en todas las habitaciones, una recepción sobresaliente (atención magnifica).
Nos aconsejan ir hacia el barrio de La Latina, concretamente a la C/ de la Cava Baja, para comer y pasar la tarde de cervezas, así que andando en 15 minutos estuvimos en el punto de encuentro. Pero por el camino nos encontramos con una amiga de los Scout, mi amiga Miriam, no hay momentos para vernos en Murcia que también nos tropezamos en pleno Madrid, el mundo es un pañuelo.
Comimos en un lugar llamado Riazor, donde platos para dos a 4,95 con dos cañas fueron nuestras primeras delicias (sé que os gustan mucho las fotos gastronómicas, pero he decidido destacar en este viaje los platos más americanos).
Fuimos pasando la tarde hasta vernos primero con nuestra amiga Sandra y sus amigas, en la Plaza de la Cebada para cervezear en el más puro ambiente madrileño del barrio de La Latina.
Fue justamente cuando visitamos el bar “Flor de Cuba” cuando mojito en mano, y a ritmo de salsa, se animó a la fiesta de bienvenida nuestra amiga y fija en nuestros inicios de viaje Blanca Millera, y es que cada vez que la visitamos nos sale un viaje de 10, yo creo que es nuestro amuleto de la suerte, esperemos seguir esa racha en USA.
Las horas pasaban rápidamente mientras logramos hacer el trenecito en el bar congregando más de 12 vagones en el local. Se acercaba la hora de cenar y Blanca nos acompañó a cenar a un restaurante ecológico donde la cena te la cobraban al peso. Aquí podríamos decir que Blanca no podía estar mejor acompañada esa noche.
Las 00:00 horas, el día fue largo y nos quedaban pocas horas de sueño para amanecer temprano e ir a la T1, así que nos despedimos de nuestra amiga Blanca hasta nuestro próximo viaje al menos y nos dirigimos hacia el Hostel, unos llegaron y se acostaron nada más llegar como un servidor, y otros como el incombustible Pedro se acercaron al bar del Hostel a saborear la cultura internacional del albergue…
Suena la trompeta…Soler dice que ronco…yo sigo dudándolo…pero cada viaje que pasa menos argumentos me quedan, voy a empezar a pensar que es cierto.
05:30 am, ¡¡lets go!! Comienza la cuenta atrás, para mí la parte más estresante del viaje, arréglate, prepárate y sin desayunar, coge el metro, se rápido, no pierdas el tiempo y llega cuanto antes al aeropuerto, busca tu vuelo, busca tu puerta de facturación, factura tu maleta…¡bien! Un muerto menos (como diría mi padre), ahora más tranquilamente, pasa el control de seguridad (pero quítate reloj, correa, zapatos, monedas, mochila, colgantes, enseres en los bolsillos…una vez pasado el arco de seguridad, vuelta a empezar, ponte correa, zapatos…y para terminar el control de pasaporte…¡y ya! Vamos a desayunar que estoy padeciendo. Un buen desayuno en “Starbucks” y aprovechamos para rellenar la declaración en aduana.
A las 08:36 es nuestra hora de embarque…así que vamos con el tiempo justo, recorremos las escaleras mecánicas hasta que alguien ve el próximo momento foto.
Llegamos a nuestra puerta de embarque pero antes, un último control de seguridad, me pregunta una azafata: “¿va a llevar consigo su mochila de mano en todo momento” y yo le digo “estupendo” y me responde “estupendo…¿el qué?”, “¿perdone?”, y me repite la misma pregunta…(ahora si la he entendido) “¡¡ahhh!! Si por supuesto” (los nervios del viaje).
Y claro, como no podía ser menos, los más chungos del viaje ya sabemos quiénes son de cara a la galería…nuestros amigos Soler y Bartolo, los únicos del grupo en ser inspeccionados por la seguridad del aeropuerto.
Por fin salimos ya…una cola no excesivamente larga, no parece que el avión se vaya a llenar, eso es bueno, mas asientos libres para descansar. Billete de embarque en mano, paseo en bus hasta el avión y las últimas escaleras que subir antes de llegar a USA.
Cada uno en un asiento separado el uno del otro, y yo tengo la agradable compañía de una chica norte americana llamada Daniele, 23 años, profesora de inglés en España e iniciándose en la Facultad de Derecho.
Nos esperaban 9 horas y 30 minutos de vuelo hasta llegar a Charlotte, en la Costa Este.
Nico estuvo prácticamente todo el vuelo de reposo…envuelto en el trayecto, camuflado en el asiento…
Por fin llegamos a nuestro transbordo, Charlotte, en la costa este…me despido de otra amiga del vuelo, una mujer de 70 años, cubana, ella sola que sin tener ni idea de inglés, y con la ayuda de una silla de ruedas, se embarca en un super vuelo dirección Houston para ver a su hija y su nieta, chapó por ella.
Ahora toca pasar el control mas exhaustivo del viaje, control de documentación y sorpresa añadida, a nuestro amigo Soler le tienen cogida la medida los de seguridad…justo cuando todos vamos a recoger nuestra maleta para volver a facturar, lo vemos pasar por detrás de un guardia de la aduana, nos mire con cara dramática, y nos dice “cogerme la maleta que ahora vuelvo“, así que nos reagrupamos todos en un esquina y lo esperamos hasta que volviese…pasan mas de 30 minutos y no aparece, pensando ya que le estaban haciendo un repaso rectal…hasta que de pronto sale por una puerta…”chicos en una lista de buscados aparece un tío con mi nombre y apellidos, así que me han hecho un interrogatorio hasta solucionar el asunto“. Podría decirse que Soler ya es el mas chungo del grupo.
El aeropuerto de Charlotte da la sensación de ser bastante grande, aprovechamos el WIFI para dejar nuestro sello de bienvenida en nuestras casas, y observo que la sala de espera tiene unas sillas la mar de autenticas, mecedoras para relajarte plenamente.
Hemos tenido un retraso en el vuelo, en vez de salir a las 16:35, se retrasa hasta las 16:50. El tiempo pasa lentamente y hace mecha el cansancio, puedo puede las ganar de llegar a nuestro destino. Nos montamos en nuestro último avión antes de llegar, un vuelo de 5 horas para cruzar una punta a otra de USA, pero mientras tanto Pedro recibía llamadas de trabajo que debía de solucionar tajántemente.
Llegamos a nuestro destino por fin, después de 5 horas de vuelo interminables para algunos…un abrir y cerrar de ojos para otros, después de mas de 24 horas despierto y mal durmiendo, ¡¡llegamos a Los Angeles!!. Salimos del aeropuerto, pisamos terreno angelino y calor precisamente no hace, pero tenemos una temperatura agradable. En la parada de autobús donde pasan todas las compañías de alquileres de coches nos quedamos para esperar al que nos correspondía, la empresa DOLLAR, y desde allí nos lleva a la empresa matriz para coger nuestros vehículos, dos preciosos Dodge Caravan. Mientras hacíamos la larga cola para hacer nuestro chek-in, Israel se quedo custodiando lealmente las maletas del equipo.
Es nuestro turno, por suerte tenemos un dependiente de habla hispana, y es que este tema es mejor tenerlo bien claro para tener buenas herramientas a la hora de buscar soluciones a futuros problemas. Así que entre una cosa y otra, le añadimos a la cobertura del seguro la asistencia en carretera por 146€ por vehículo.
Terminamos nuestras gestiones y nos dirigimos a coger nuestros vehículos…de toda la flota de vehículos podíamos elegir el Dodge Caravan que quisiéramos. Así que exultantes nos ponemos rumbo al hostel de Venice Beach, a eso de las 21:30.
Ponemos nuestros gps en acción y sin ningún percance, solamente flipando por la experiencia, por el pedazo ruido del motor y por llegar ansiosos a nuestra retiro durante estos primeros 3 días…al hostel de SameSun, en e 25 de Venice Beach.
Timbrazo y nos abren la puerta, subimos unas escaleras y en el hall nos atienden amablemente, nos dan finalmente 3 habitaciones, dos de 2 personas y otra de 4 personas.
Y llegado este punto os presento a una de las personas que mas tenía ganas de conocer en este viaje, mi gran amiga Laura, una chica argentina que lleva residiendo en Los Angeles desde hace 14 años. Un placer conocerla por fin y otro mas poder hacerle este gran regalo, la familia “Tómate algo” llega hasta la Costa Oeste..
Siendo las 23:30, y muertos de hambre…cenamos en el Subway mas cercano que teníamos, y es que allá donde vamos llenamos locales, bares y restaurantes…
Y una vez con el estomago lleno, justo en frente de la misma acera de nuestro Samesun Hostel, aprovechamos para tomarnos unas cervezas y darnos la mejor bienvenida con Laura y sus amigas. Mejor recibimiento no podíamos tener..
Y hasta aquí podemos leer esta noche…se me hacen las 03:00 horas escribiendo, intentando terminar este gran día de hoy en la sala de “relax” y “descanso” del Hostel, aunque descanso y relax no podemos encontrar mi gran acompañante de batallas Israel y yo, ya que estamos rodeados de amigos bociferando y gritando llevados por los efectos del alcohol, así que sin mas preámbulos me despido de todos vosotros con la pregunta que todos estáis esperando, para el primer ganador del concurso del primer souvenir del viaje:
Si sales de Madrid a las 09:40am y llegas a Charlotte a las 13:10, esperas 3 horas para hacer transbordo desde Charlotte hasta Los Angeles (teniendo en cuenta que hay 5 horas de diferencia entre Charlotte y Los Angeles), para llegar finalmente a tus destino a las 18:30pm, ¿Qué hora sería en Madrid al llegar a LA?
– 09:30am
– 02:20am
– 03:30am
– 08:30am
Suerte a todos los participantes, sed rápidos y eficaces…el ganador del primer souvenir será publicado en la siguiente entrega junto a su regalo.
Hasta mañana y muchas gracias por estar ahí.
Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.