Un día escuché que un gran porcentaje de personas les gustaría meterse en la piel de un policía aunque fuese una vez en la vida, y es que aunque no sea vocacional o por afinidad, ¿a quien no le produce curiosidad el día a día de un policía? ¿a quien no le gustaría meterse en la piel de un patrullero callejero de ciudad? esas mismas inquietudes las tengo yo con la policía de New York, después de tantas y tantas películas vistas de la NYPD correteando y en persecuciones por medio de la ciudad, el poder estar dentro de uno de los coches patrulla de estos internacionales policías y prestar servicio con ellos aunque fuese durante unas horas, para mi es sin duda, uno de los sueños de mi vida…a día de hoy, cumplido.
Desde aquí comienza mi andadura con la policía de la NYPD, gracias a mi amigo Jose, descubrimos que existe un programa llamado Ride-Along que lo ejercen todas las comisarias de New York, en el cual puedes formar parte de una patrulla de la NYPD durante unas horas en el cualquier parte de New York.
Concertado para estar allí a las 3:00 pm, Jose me cuenta que hubo algunos problemas con la autorización, y es que le preguntaron e interrogaron para dilucidar la relación que tenemos entre él y yo, con el fin de saber si soy un terrorista o delincuente.
Con toda mi ilusión, Jose me lleva hasta la puerta de la comisaría 47, allí le llaman Precinct 47…estoy dentro.
Jose me presta su chaleco anti-balas para realizar el servicio y me presenta al Sargento Otero, de descendencia gallega, un gran tipo que me ofrece sus servicios en el caso de que repitiese acción por la mañana en otro momento. De los mas de 35.000 policías que hay en el estado de New York, los compañeros que tendría esta tarde serían los agentes Nuñez y Verisco.
Concretamente ellos dos trabajan de 3:00 pm a 11:30 pm, no me dejaron ver el relevo que hacen para el servicio.
Todo comienza en la sala de relevos, allí espero unos minutos mientras me dan un chaleco antibalas por lo que pueda pasar hasta que empiezo a ver como acceden a la sala todos los policías que entran al turno de las 3:00pm, pero por lo visto aquí no podía estar, en ese momento el sargento, de pie en un atril como si fuera el presidente del gobierno mirando a unos 10 policías que están de pie esperando la lectura de su servicio.
Al salir todos me presentan a mis compañeros de esta tarde, Nuñez y Velasco, amos trabajan durante ya unos 9 años juntos y lo hacen de 3:00 pm a 11:30 pm . Los dos son americanos pero Nuñez tiene familia dominicana y con él me entendía en español.
En primer lugar hacen una revisión del coche que les ha tocado para patrullar, ver si tienen linternas, limpian el coche, apuntan los kilómetros que lleva el coche y sobre todo ven si tiene gasolina el depósito ya que cada pareja es responsable de dejar el depósito listo para la siguiente patrulla.
Empezamos fuerte la tarde…nos mandan un servicio nada mas salir, un hombre llama a la policía manifestando que a punta de pistola un hombre y una mujer les ha robado su cartera y un colgante…¡¡rotativos y velocidad hasta llegar al lugar!!
Llegamos a la calle en la que se recibe la llamada, un afroamericano esperándonos nervioso y sudando del mal momento vivido nos cuenta que ha sufrido un robo con una pistola de color negro a través de un hombre de color con tatuajes en el cuello acompañado con una mujer, los Velasco habla con él mientras Nuñez me va explicando todo detenidamente, al parecer el agredido es un músico conocido de la zona y conocía a esa pareja agresora, por lo que se presume un ajuste de cuentas. Se monta en el coche patrulla al lado mia mientras nos cuenta todo de nuevo una y otra vez: “Coge todo lo que llevo y déjame” les decía.
Fuimos de nuevo a comisaría para que este hombre pudiera hablar con los detectives con la finalidad de que pudiera reconocer al agresor en algunas de las fotos que tienen de los ya detenidos en algún otro momento por la policía.
En ese momento me explica Nuñez que ellos tienen luego que hacer un informe tipo justificando esta acción, pero no tienen que redactar un informe como tal sino que tienen unos modelos ya predeterminados.
Mientras tanto, curioseaba el uniforme de Nuñez con determinación, había ciertas cosas que me llamada la atención, como las insignias que llevaba:
- La primera insignia es fácil de adivinar, las siglas WTC corresponden al Worl Trade Center, y se la dieron en honor a todos aquellos que ayudaron en ese duro momento.
- La segunda insignia corresponde a la detención de tres personas que conducen sin licencia de conducción en menos de tres meses.
- La tercera insignia es en honor a todo la comisaría, por ser la que en 2001 bajó mas las estadísticas de delincuencia.
- Por otro lado en la manga izquierda llevan algunos unas rayas azules extras, y es que cada cinco años de servicio les dotan de una raya azul diagonal, cobrando cada cinco años un pequeño plus mas.
Al terminar esta gestión seguimos la marcha por las calles del sector del Bronx que nos habían ordenado, una zona caracterizada por robos a punta de pistola.
El siguiente servicio que tuvimos es el que mas común de todos, el pan nuestro de cada día, algo universal en toda policía, ¡¡el momento del café!! Pero no se entra a una cafetería a tomarse ese manchado/bombón/cortado…no, aquí fuimos a un Dunkin Donuts, donde me invitó mi compañera Velisco a un café con leche que nos tomamos dentro del coche siguiendo el recorrido de patrulla.
Otra de las cosas que me llamó la atención es el ordenador portátil que tienen en el coche, con él tienen acceso a: identificaciones, antecedentes y requisitorias de individuos, situación y estado de vehículos, tienen internet, y todo un programa preparado por la NYPD en el que todos los servicios que surgen durante toda la tarde les llega al ordenador, solamente tienen que estar viendo la pantalla del ordenador para ver que nuevos trabajos hay.
Solicitan presencia policial en una vivienda ya conocida por la zona, esta vez vamos de apoyo. Aquí el problema reside en una persona ya conocida que tiene problemas psicológicos, ha intentado suicidarse en mas de una ocasión y una vecina ha llamado diciendo que lo ha visto acceder a la azotea de un edificio de unas 8 plantas con la intención de hacerse daño.
Cuando llegamos al lugar el Sargento de la tarde y otra patrulla mas estaba ya allí, mientras unos hablan con la requirente, Velisco y yo subimos todas las escaleras para llegar a la azotea, donde estaba ya Nuñez y otro policía buscando a este hombre…pero allí no había nadie y desde allí arriba no se veía el rastro de él. Al abrir la puerta de la azotea suena una alarma que provoca un ruido ensordecedor, y eso es lo que provocó la llamada de la vecina.
Nos montamos otra vez en el coche y de vez en cuando volvía en mi la realidad que estaba viviendo, sentado en la parte de atrás de un coche patrulla de la NYPD, no podía creérmelo, era un sueño hecho realidad.
Otro aviso, esta vez una discusión entre hermanas, llegamos a la puerta de la casa, y la madre de las hijas nos explica la situación, un conflicto privado que se resuelve dentro de la casa, así que me veo entrando a la viviendo con mis dos compañeros policías de mero espectador intentado entender la situación y con la sensación extraña de parecer estar en practicas con mi chaleco antibalas y vestido de paisano.
Es media tarde y ellos tienen turnos de 3:00pm a 11:30pm, por lo que sobre las 6:00pm hacen un parón para comer algo, para mi sorpresa lo hacen dentro de comisaría y no fuera como tenía entendido. Velisco me vuelve a invitar pero esta vez a una porción de pizza de una pizzería del Bronx, y es que el trato fue fenomenal durante todo el tiempo que estuve con ellos, preguntándome sobre la forma de trabajar en España y contándonos inquietudes mutuas.
En el hall de la comisaría tienen un pequeño museo honorífico para las personas que perdieron su vida en acto de servicio y formaron parte de esta comisaría 47.
Después volvimos a la calle a ver otro servicio mas común en España, un mal estacionamiento, una persona llamando diciendo que no puede sacar su vehículo de casa por otro que obstaculiza su entrada/salida. Pero aquí hay varias cosas que me llamaron la atención, en primer lugar el talonaria de denuncias que tienen, cómodo y rápido como si fuera un tipo test, la cuantía de la denuncia ronda los 80€ y algo curioso de su proceder es que ellos denuncia y se van, no esperan a la grua, es el llamante el que debe de llamar al servicio de grua y explicar su situación, manifestando siempre que la policía ya ha estado aquí y se ha denunciado el vehículo.
El resto de la tarde se pasó con dos servicios muy comunes: una persona atrapada en una casa sin poder salir, por lo que se solicitó la presencia de bomberos para abrir el portal y por otro lado la presencia policial para auxiliar a una persona que necesita de la ayuda de una ambulancia.
Serían las 8:30pm cuando se acercaba la hora de regreso a casa y tuvieron el detalle de dejarme justamente en la calle donde estábamos alojados, desde allí nos despedimos y les agradecí la experiencia.
Recorrer las calles del Bronx, sentirme como un policía de la NYPD, una aventura inquietante y sobre todo de película.
Si quieres ver como es ser un policía mas de New York haz click en el siguiente vídeo
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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.