Bienvenidos a esta aventura tan especial, una experiencia que brota en la misma Kenia, rodeado de una flora y fauna singular, un sueño para mi desde que vi por primera vez los documentales de la TV, y voy camino de hacerlo realidad, pero de una manera aún mas determinada, en solitario. Pero antes, voy a contaros un poco el trayecto hasta el lugar en el que estoy en este momento, el café-bar del Hotel Jacaranda de Nairobi.
Introducción de un viaje inolvidable
Saliendo desde Madrid y haciendo transbordo en Amsterdam, tengo que agradecer la hospitalidad de mi gran amigo Jose Denia y su pareja Danny por darme esas horas de alojamiento en su piso del barrio de Lavapies de Madrid para de madrugada coger un taxi y encaminarme hacia la terminal 2 del aeropuerto de Adolfo Suarez de Barajas.
En unas horas estaba ya embarcado y dispuesto a formar parte de una aventura que seguro no me dejaría indiferente, facturada mi mochila scout para la ocasión, me separaban unas 11 horas para volver a verla de nuevo.
He de decir que siempre me ha parecido curioso las estadísticas que salen de un vuelo de estas características, así que aquí os dejo las del vuelo Amsterdam – Nairobi:
- Velocidad media -> 909 km/h
- Altitud -> 11.336 metros
- Temperatura exterior -> -50º (cuando vi esto aluciné)
Mi vuelo fue muy tranquilo, rodeado de dos keniatas de la ciudad de Mombasa, de unos 42 años que volvían a casa tras disfrutar del Oktoberfest en Munich. A mi llegada, me sorprendió que el control de seguridad fuese tecnológicamente muy parecido al de New York, te fichan fotografiándote el rostro y escaneándote las huellas de tus dedos.
Nota: para entrar tienes que rellenar un visado y pagarlo en la aduana del aeropuerto, la tasa es de $50 ó 40€
En indescriptible la sensación de relax que sientes cuando ves llegar tu mochila facturada sana y salva, junto a ella me dirijo a la salida donde me esperan decenas de tour operadores con sus respectivos carteles anunciando su empresa, hasta que nos encontramos mi agencia y yo, Ambassadors Tours, y junto a una pareja de luna de miel de Madrid, nos vamos con nuestro primer guía, llamado Godofredo, quien nos dirige al hotel Jacaranda, nuestro primer hotel del tour.
Aquí es una hora mas que en España, por lo que el cambio horario es el mínimo, a pesar de la lejanía, pero es ya media noche aquí, hoy el día ha sido largo y me muero de ganas de comenzar mañana nuestra primera marcha, hacia La Reserva Natural de Samburu.
Nos vamos de safari (que significa viajar en swahili)
El Hotel Jacaranda es un gran hotel en mitad de una ciudad como Nairobi, de los mas de 40 millones de habitantes que tienen Kenia, Nairobi posee mas de 4 millones de ellas. Nos levantamos a las 06:00 am para desayunar en el buffet del hotel y partir sobre las 07:00 am a Samburu.
Nuestro guía durante toda la aventura se llama Norman, habla un poco de español, y como todo keniata, habla el swahili y el inglés. Nos esperaban unos 350 kilómetros de distancia distribuidos en 6 horas de viaje desde Nairobi hasta la zona centro de la sabana de Samburu.
De camino me picó la curiosidad y ojee un poco el periódico local del día, para encontrarme la noticia que en España está dando que hablar, y es que a pesar de todas las personas que me dijeron que llevara cuidado con el ébola, en Kenia no ha habido ningún caso todavía, y en España ya tenemos experiencia en el tema.
Hicimos dos parones antes de llegar, y en ambos fueron en locales de souvenirs de la zona como los de la foto de a continuación, donde lo que predomina son las esculturas talladas en madera de ébano, esta madera es una madera negra con la corteza mas clara.
El ébano es una madera cuyo color es uno de los negros más intensos que se conocen, y por su densidad muy alta (es una de las pocas maderas que se hunden en el agua, ya que casi todas las maderas tienen una densidad inferior a la del agua), su buena textura y su capacidad de pulido muy suave es muy valiosa como madera.
Bienvenido a Kenia y a la Reserva Natural de Samburu
Después de pasar de una autovía, a un camino asfaltado, llegamos a un camino de tierra donde nos adentramos en la inmensa sabana para encontrarnos con el Soba Lodge Samburu, un hotel en mitad de la nada. Unos botones que hacen a su vez de seguridad nos ayudaron a llevar la maleta hasta nuestros lodges y el mío tenía unos 60 años, el mas mayor del lodge, padre de 10 hijos y aún le quedaban 10 años mas para la jubilación, un hombre fuerte en mitad de la sabana y siempre con una sonrisa en su expresión.
Este es el trayecto que hicimos desde Nairobi hasta Samburu
Comimos en un lugar carismático, en una terraza rodeado de impalas que se acercaban a un estanque a beber agua, impresionante. En esta aventura formo equipo con una pareja muy agradable de Jaen pero residentes en Madrid, llamados Fran y Pili, e Iñaki, natural de Vitoria, juntos hemos hecho nuestra propia familia de viaje, y hemos conectado muy bien para pasar unos días inolvidables.
Sopa Lodge Samburu es un lugar en mitad de la sabana completamente aislado de toda la civilización, pero con todas las comodidades para que puedas pasar una estancia inolvidable. Rodeado de cabañas habilitadas para tu confort, incluyendo dos piscinas y las mejores de las vistas, yo no daba crédito de lo que estaba viendo, sobre todo sabiendo que sólo tendría internet de 18:00 a 23:30, y una conexión nula finalmente.
A las 16:00 horas Norman nos recogió con la capota del jeep levantada para empezar nuestro primer safari. Como un explorador del National Geographics, desde las 16:00 hasta las 18:30 horas hemos estado por la inmensidad de la sabana de Samburu, de pie en el jeep aprovechando el descapotable del techo para avistar los mayores bichos de África, junto al árbol más fotografiado de toda Kenia, la acacia.
Y hemos tenido mucha suerte, porque hemos conseguido ver ejemplares de todo tipo, desde aves como: la pintada común (es como una gallina de colores azules y negros muy llamativos), camellos (animales de carga para lugares difíciles de llegar en auto), el tejedor enmascarado (muy característico en África, pequeño y rápido se las ingenia para construir un nido en la terminación de las ramas de las acacias) y el ratonero augur (este rapaz es muy común en Kenia y una verdadera de pesadilla para los roedores de la zona).
Así pues hemos llegado a ver decenas de impalas (suelen encontrarse en manadas abundantes y corren y saltan a tal velocidad que es difícil cazarlos para sus depredadores), oryx gacela (puede resistir sin agua como un camello, obteniendo la que necesita de las plantas que come) y hasta el jabalí verrugoso (el conocido Pumba de El Rey Leon)
Y las grandes sorpresas de este día en Samburu han sido estas grandes imágenes de portada: jirafas, elefantes, guepardos y leonas. De hecho, al avistar a las leonas nos encontrábamos por lo menos 6 jeeps contemplándolas mientras estaban acostadas (y es que dicen que se pasan todo el día descansando exceptuando cuando van a cazar), y uno de esos jeeps era uno militar que estaba avistado para proteger y guardar la seguridad y relax de estas especies.
Una de las características que existen para diferenciar los leopardos de los guepardos son las lagrimas negras que le aparecen al guepardo como podréis ver en la imagen.
Hemos visto una decena de elefantes, pero varios de ellos muy cerca nuestro y es un verdadero espectáculo verlos en su propia naturaleza y esplendor, al verlos pasar de cerca y pararse a observarte de lado, sientes como te empequeñeces y te rindes a su majestuosidad, mientras se aleja de ti, nuestro primer animal de los big five.
Las jirafas, el mamífero más alto de todo el planeta, lo vimos paseándose a sus anchas y disfrutando de un bocado de una de las 100 especies de árboles de las que se alimenta, en especial de la acacia, pero no a la acacia espinosa, ya que este árbol vive en simbiosis junto a una hormiga que produce picaduras a los animales que se acercan. En definitiva, un animal precioso y bello de ver.
Estaba anocheciendo, y las Reservas Naturales no te permiten estar de noche por todos los peligros que lógicamente puedes encontrarte, así que volvimos al Sopa Lodge Samburu para descansar un poco, tomar una cerveza local llamada Tusker y cenar en un entorno remoto.
Por lo que el día de hoy concluye en mi habitación, escuchando los ruidos de varias aves que se comunican entren sí, hasta mañana donde nos esperan más historias que contar y muchas más cosas por vivir.
¿Cómo es un viaje a Kenia?
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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.