Tenía muchas expectativas puestas en esta isla al organizar mi viaje a Brasil, considerada como el Edén brasileño, es un lugar con una belleza natural que no tiene nada que envidiar a cualquier otro destino tropical del mundo.
Leí que la última edición de “la biblia de las playas” del país, la Guia Quatro Rodas Prais, otorgó cinco estrellas a solo cinco playas de todo Brasil, bien, pues tres de ellas están aquí: Baía do Sancho, Praia do Leão y Baía dos Porcos (a mi me gustó mucho además, Praia da Conceicão, donde se puede observar el mejor atardecer del Morro do Pico). Aunque hay una que es considerada la mejor de todas, y esa es: Baía do Sancho, considerada para los brasileños, como no, la playa más bonita del mundo (una medalla de oro muy personal y discutible por supuesto).
Un paraíso llamado Fernando de Noronha
Situado a 350 km de Natal, este archipiélago de 21 islas de origen volcánico es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2.002. La mayor isla de todas recibe el nombre del archipiélago: Fernando de Noronha, no tendrá más de 4.000 habitantes y es la única que está poblada, tiene unos 10 km de largo, por lo que es muy fácil de recorrer, solamente tiene una carretera asfaltada que va desde el puerto, extremo noreste, atraviese el pueblo y baja hasta el aeropuerto terminando en la Baía do Sueste (el mejor snorkel para ver torgugas marinas), extremo sur. El resto de caminos están sin asfaltar y van directamente a las distintas playas de la isla.
Una isla muy especial
Fueron varios motivos los que me llevaron a incluir Noronha en mi lista de sitios a visitar en mi viaje a Brasil, el factor top fue el submanirismo, me recomendaron que aquí encontraría el mejor buceo de toda Brasil, y la verdad que salí muy contento, os reservo un post exclusivo para detallaros la experiencia. Otro de los motivos fue el aura de misterio que tiene la isla, os cuento por que:
Fernando de Noronha es una isla que vive del turismo, de acuerdo, pero forma parte de un Parque Nacional Marino y el gobierno brasileño se toma muchas molestias en protegerlo, ¿qué hace para ello? restringir el número de turistas por día, tengo entendido que la cifra ronda de los 700 llegando a picos de 1.000 turistas/día. Además, para preservar su belleza natural, no está permitido construir macro hoteles ni masificar la isla de casas, es más, hay una lista máxima de vehículos matriculados en la isla, si alguien necesita comprar un coche o una moto, el vehículo viejo debe de ir en barco primero al continente para después traer el nuevo transporte. El mismo proceso tendría cualquier electrodoméstico viejo.
Tiene más particularidades, como casi toda isla perdida en el océano, Fernando de Noronha fue usado como presidio durante 200 años, toda la basura no orgánica se lleva en barco a Recife, un barco que viaja una vez por semana a Brasil y que está en continuo transporte de mercancías para los lugareños de la isla. Los brasileños que no son de Noronha no pueden trabajar en la isla si no se casan con un lugareño y un nuevo trabajador no puede acceder a la isla hasta que salga de Noronha el viejo trabajador que se le ha expirado el contrato, unas increíbles excentricidades que hacen de este lugar muy inaccesible para el resto de brasileños.
Todo en Fernando de Noronha es traído de Recife o Natal, desde una botella de agua, ya que no hay desaladoras, hasta el último ladrillo de cualquier posada, lo que hace a la isla, siento decíroslo, excesivamente cara.
El paraíso es bueno, bonito…pero no es barato
¡Así es!, un lugar donde hasta en temporada alta, (diciembre, enero, febrero, julio y agosto) no es difícil encontrar una solitaria playa donde pasear, no puede ser económico. Yo estuve dos noches y tres días, pero la media de estancia es de tres o cuatro noches. Para entrar a la isla hay que pagar dos tipos de tasas:
- Tasa de preservación ambiental del gobierno estatal (TPA): 45,6 BRL durante los primeros cuatro días = 15 € aprox. Se paga en el mismo aeropuerto a tu llegada en efectivo o con tarjeta.
- Tasa de entrada al Parque Nacional Marino: 130 BRL hasta los primeros 10 días = 37 € aprox. Hay varios puestos de venta en toda la isla, yo la compré en el mismo pueblo de Vila Dos Remedios (abierto de 08:00 a 22:00 horas), puedes pagar en efectivo o tarjeta y te darán un carnet de plástico con un código de barras a tu cuenta.
- El billete de avión (ida y vuelta) a Noronha desde Recife fue el más caro de toda mi estancia en Brasil, nada más y nada menos que 400 € para tres días (cierto es que no pude hacer más combinaciones y cambiar mis fechas para intentar conseguirlo más económico).
- El alojamiento también es excesivamente caro en la isla, pero tuve la suerte de encontrar un lugar que puedo recomendar fervientemente: Casa Do Cadu. Es una casa que alquila una de sus habitaciones, sus dueños son Cadu y Marisa, una pareja muy amable y maravillosa, Cadu te hará sentir como parte de su familia y habla muy bien español, es un surfero empedernido y hace unos espaguetis a la boloñesa buenísimos. La habitación me costó aún así 70 € la noche ( y es barato) con wifi incluido (algo que no tienen todas las posadas de la isla). Si quieres ponerte en contacto con ellos de manera privada, este es su correo: [email protected] (así evitarás el incremento del portal web intermediario).
Una vez que eres consciente de su precio, tengo que decirte que merece la pena el esfuerzo y rascarse el bolsillo. Es una isla hermosa, aislada de las aglomeraciones turísticas a las que estamos acostumbrados, estar allí te hace sentir privilegiado, exclusivo, como si formaras parte de un grupo selecto de residentes eventuales, en un lugar rodeado de selva y formaciones volcánicas que enfunden un halo de misterio, que en ocasiones me hacían sentir como en una isla mas propia de Parque Jurásico, pero con tiburones, tortugas marinas y delfines.
¡No te pierdas los vídeos de la experiencia!
Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.