Si quieres vivir una gran experiencia no dudes en “volar” plácidamente haciendo parapente en Murcia
Si estas leyendo estas líneas apostaría que ambos coincidimos en algo, en que tanto tu como yo tenemos una improvisada lista de cosas que hacer antes de morir, ¿verdad?. Pues hacer parapente en Murcia es una de estas actividades que estaba dentro de mi lista.
Mi intención es haceros llegar información de primera mano sobre mis impresiones antes, durante y después de la experiencia, recomendaros sin duda alguna el club por el cual tuvimos la oportunidad de sobrevolar a mas de 600 metros de altura durante mas de una hora.
Información del Club de Parapente “Vuelo Libre Alhama“:
Teléfono de contacto: 659 38 28 36 (Jose Tomás)
Precio “Tómate algo“: 60€
*Oferta especial para los grupos de 6 personas, se cobraría como si fueran 5.
Experiencia personal:
Esta gran aventura no podría haber sido realizada sino llega a ser por mi amigo Salva (natural de Alhama de Murcia), él fue mi nexo de unión con Jose Tomás, miembro perteneciente al club de parapente.
Aprovechamos esta oportunidad para cumplir uno de nuestros grandes retos, y para hacerle el regalo mas arriesgado a Iñaki, de esos detalles que no se olvidan, por lo que nos comprometemos con este reto: Jose Luis Soler, Iñaki y yo.
Concretamos una fecha y una hora, sábado 5 de octubre a las 16:00 horas…aunque uno de los inconvenientes de este tipo de aventuras es que el tiempo y la meteorología mandan sobre todo lo demás, y hasta un día antes a veces no se puede saber con seguridad si vas a poder volar.
Hablo con Jose Tomás un día antes del salto: -“Casi seguro que vamos a saltar, si os hago venir es por que hay un 90% de probabilidades de que el salto se realice, pero antes tienes que tener en cuenta varios puntos importantes“-
- No hacer una comida copiosa antes de volar, algo ligero ya que una vez volando, la sensación de mareo suele ser común (yo ya puedo decirlo por experiencia).
- Llevar un calzado cómodo (nada de chanclas o sandalias).
- Aunque haga buen tiempo, llevar un pantalón largo y una sudadera (es posible que estando tanto tiempo arriba puedas tener algo de frío).
Llega el momento, Salva nos acompaña al punto de despegue, en lo alto de la Sierra de la Muela, a unos 400 metros de altura. Allí me encuentro con mi amiga Marta Sánchez (también va a realizar el salto junto a nosotros) y conocemos a nuestros pilotos, Jose Tomás , Walter y Richar.
Se extiende la vela viendo todo su esplendor, verificando que todas sus cuerdas están bien alineadas y dispuestos a iniciar el vuelo, mientras tanto, te vas enganchando en el biplaza, adherido a tu conductor, mientras recibes unas instrucciones muy básicas:
-“cuando iniciemos la salida, tienes que correr dando grandes zancadas, y aun cuando sientas que no estés tocando el suelo, sigue corriendo hasta que yo te lo diga“-. Por lo que una vez que estas preparado, solo queda esperar un soplo de aire que levante la vela, correr hasta no tocar el suelo y disfrutar del momento por todo lo alto.
Antes del vuelo, mi sensación personal no fue de miedo y nerviosismo, quizás el hecho de saber que vas a tener a alguien experimentado llevando el control, a mi personalmente me tranquilizaba mucho. El despegue podría decir (y creo en nombre de los tres) que fue lo mas nos impactó, sentir como te abandonas a la suerte y hacerlo tan evidentemente es lo mas emocionante de todo, en este momento es donde pasas de estar colgado a sentarte cómodamente para disfrutar del paisaje.
Durante el vuelo llevaba una especie de riñonera donde tienes un walky para hablar con los compañeros que están volando o en la base, y unos marcadores donde te indican la altura que llevas con respecto el nivel del mar y las oscilaciones del vuelo.
En el aire puedes estar así como dos horas inclusive, aunque yo personalmente a los 45 minutos ya estaba sintiendo los primeros mareos consecuentes de los cambios de altura (puedes subir y bajar un metros en medio segundo), aunque en mi caso, era lo mas normal, uno de mis puntos débiles son las alturas. Como curiosidad contaros que según Walter, estadísticamente las mujeres aguantan mas el recorrido que los hombres, y los hombres altos, suelen responder peor a las alturas (por lo que mi caso estaba claro).
Otra de las maniobras a destacar son las “barrenas“, son rotaciones de 360º que te hacen sentir sensación de velocidad, esta maniobra junto al despegue podría decir que son las que mas me hicieron descargar adrenalina.
A partir del minuto 50 de vuelo, escucho por la emisora de radio: -“El aterrizaje será abajo y no en la zona de despegue“-, en ese momento Jose Tomás y yo nos preguntamos ¿por qué razón no podíamos hacerlo donde estaba previsto, en la misma zona de despegue?…y fuimos a comprobarlo.
Pronto supimos el porque, al acercarnos a la sierra de la montaña, una térmica (corriente de aire) nos hizo subir unos 6 metros de altura en cosa de un segundo, lo que me provocó el anhelo por el sentir de tierra firme, y comenzamos el aterrizaje, en cosa de 4 o 5 minutos estábamos ya dispuestos a tomar tierra, y a recibir las últimas instrucciones básicas de aterrizaje: -“Como vas a tocar tierra antes que yo, una vez que llegues con los pies al suelo tienes que correr hasta que nos estabilicemos“-.
El primero en volar fue Soler, luego fui yo y por último Iñaki, entre medias también hizo su vuelo Marta, y estuvimos bien acompañados por Salva, Vanesa y sus dos hijos.
A continuación el vídeo de la experiencia, hacer parapente en Murcia es sin duda una gran oportunidad de disfrutar de un vuelo.
Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.