Antes de nada quiero decir que admiro a la gente que hace cosas sólo, que el miedo no se apodere de el/ella cuando nadie acompaña, que cumpla sus objetivos sea como fuere.
Vivimos en una sociedad en la que hacer ciertas cosas sólo es sinónimo de bicho raro, ¿cuánta gente conoces que vaya a tomarse una cerveza a un bar sólo, o un café? ¿y al cine? creo que este mundo no está preparado aún para asimilar ese tipo de ocio de manera individual, ¿no crees?.
¿Sucede lo mismo a la hora de viajar? yo creo que no, poco a poco el fenómeno del viajero solitario está siendo más y más conocido, tolerado y sobre todo, ¡admirado!. Pero, ¿por qué? ¿que tiene de bueno viajar sólo que se está animando más gente a hacerlo?, muy sencillo: viajar te transmite una serie de beneficios personales que pueden hacer mejorar tu vida radicalmente. ¿No te lo crees?, pues lee a continuación los 8 motivos por los que debes de viajar solo (aunque sea una vez en la vida).
¡Así es!, tú y sólo tú, serás el jefe del equipo, por que no tendrás a nadie con quien discutir las decisiones de tu viaje, por lo que podrás comer donde y lo que quieras, podrás dormir donde te plazca, serás el dueño de tu itinerario y podrás darle al pause y descansar a tu libre albedrio.
Recuerda que de esta manera, evitarás entrar en conflicto con cualquier presunto quejica, pesimista, mal humorado o pesetero compy de viaje, por eso es tan importante elegir bien a tus compañeros de viaje, y ¿qué mejor compañero que tu mismo?.
uando viajas acompañado, sucede (o al menos a mí me pasa) que no prestas atención a los vínculos que se pueden crear al vivir un viaje, por que valoras tu compañía y esa relación hace que bajes la guardia en enlazar otras amistades.
Sin embargo, al viajar sólo todos tus sentidos están a flor de piel, tendrás mas ocasiones de conocer nuevas personas y sobre todo, si son viajeros solitarios como tú. ¿Y quién sabe? lo mismo podría salir de cualquiera de ellas una amistad para toda la vida.
Caminos y compañías inolvidables (Vietnam)
Esta es una de las razones por las que más me gusta viajar sólo, porque tanto lo bueno como lo malo, se vive de manera más intensa, y eso hace que los recuerdos que me llevo de una aventura sean casi siempre legendarios.
Un amanecer, un cielo lleno de estrellas, una cerveza fría, un escalofrío, un sentimiento…todo ello se transmite un 100% más fuerte en tu interior, por que eres más consciente de lo que te rodea, por que conectas con el mundo y el mundo conecta contigo, te hace sentir partícipe y protagonista de lo que estás viviendo.
Vive intensamente (Amazonas)
Hay de vez en cuando que levantarse del sofá de casa y abandonar nuestro entorno, ese que controlamos, que conocemos a la perfección y que tanto nos aburre, ¿verdad?
Cuando salimos de viaje en solitario abandonamos de lleno nuestra famosa zona de confort, y al principio nos encontraremos confusos y temerosos. Pero es justo aquí cuando tienes que poner en práctica una de las frases que más me gusta repetirme:
«¡Hazlo, y si tienes miedo, hazlo con miedo!»
Una manera increíble y autodidacta de crecimiento personal es viajando sólo, ya que durante tu aventura te darás cuenta que serás capaz de solventar inconvenientes que te aparecerán por el camino: entenderte con personas de otro idioma, saber moverte por un aeropuerto, utilizar transporte público, mecanismos de organización y gestión (recuerda que eres el líder del equipo).
Además, tendrás todo el tiempo del mundo para reflexionar sobre cuestiones que en tu día rutinaria, ni te hubieras parado a pensar y que tan importantes son.
Aprendí a volar en el lago Ness (Escocia)
Viajar sólo es tener constantes chutes de autoestima, ya que al enfrentarte y solventar tú sólo a todo lo que venga, te hará sentir más y más fuerte.
Recuerdo mi primer viaje en solitario, dirección a Kenya, estaba super emocionado, y aunque ya conocía un aeropuerto por dentro, la primera vez que me encontré en el aeropuerto de Nairobi, de noche, cruzando el control de seguridad y adentrándome en un país desconocido para mi, me ponía la piel de gallina y a la vez, me llenaba de orgullo poder estar cumpliendo un sueño.
Creo que uno de los factores que considero más importantes de viajar solo, son estas pequeñas batallas que se te presentan en un viaje, porque cuando te das cuenta que has sido capaz de superarlas, que siempre hay solución, que existe gente que te ayudará cuando pidas ayuda, y que otras tantas cosas no saldrán como tu quieres pero mantienes la calma y sigues adelante, en ese momento te das cuenta que has crecido, un poquito más.
Todos tenemos algún momento en nuestras vidas en el que necesitamos darle a la tecla esc del teclado y reiniciar el sistema, ¿verdad?, muchos lo consiguen haciendo otros menesteres, pero si de verdad hay alguna manera de poder conseguir una desconexión total, es saliendo de tu zona de confort para encontrarte contigo mismo.
Recuerdo a dos personas que hicieron en sus vidas algo así, y que me marcaron en mi adolescencia. Una fue mi hermana Ruth, que decidió recorrer Argentina en solitario, y otra fue mi amigo Javi, quien eligió el sur de España y de compañía su moto para tener su retiro espiritual. Estoy seguro que no volvieron siendo los mismos.
Whitehaven beach (Australia)
Una vez que has sentido ser tu propio capitán de barco, que has hecho nuevos amigos, que has vivido experiencias de manera única y especial, que has ampliado tu zona de confort, que te conoces mucho mejor que cuando diste el primer paso y que has meditado lo suficiente, una vez realizado todos estos pasos, te darás cuenta que lo realmente importante, lo tienes a la vuelta de la esquina: tus padres, tus hermanos, tus hijos, tu pareja, tus amigos, tu vida es mucho mejor de lo que pensabas, y lo mejor de todo, ¿sabes que es?, que siempre ha sido así y que lo único que ha cambiado, has sido tú.
Horombo Hut (Kilimanjaro – Tanzania)
Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.