Las normas para abordar un avión son por lo general algo estrictas, sin embargo hay casos muy extraños en los que el personal puede decidir expulsarte de un avión.
1. Repetir sin parar la palabra “bomba”. Michael Doyle, tiene el Síndrome de Tourette, un desorden neurológico que puede causar un hablan incrontrolable y repetitiva en muchas ocasiones. Doyle no dejó de repetir la palabra ‘bomba’ durante el check-in de su vuelo y cuándo llegó a su avión de la compañía ‘Jet Blue’, uno de los pilotos decidió que no despegaría con un pasajero como Doyle a bordo. Poco después se dieron cuenta del error y montaron Doyle en el siguiente vuelo.
2. Cantar una canción de Whitney Houston (a gritos e insistentemente). Hace unas semanas, un vuelo de American Airlines entre Los Ángeles y Nueva York tuvo que hacer una parada de emergencia para bajar del avión a una pasajera. Al poco de despegar, una mujer comenzó a cantar a todo pulmón la canción “Will Allways Love You” de Whitney Houston. La compañía abandonó a la pasajera en Kansas y se negó a llevarla a su destino.
3. Un niño que no deja de decir ‘Bye, bye plane‘ (Adiós, adiós avión). Kate Penland y su hijo de un año y medio volaban de Atlanta a Oklahoma. Ni la madre sabía la razón por la que su hijo Garren comenzó a decir sin parar: “Bye, bye plane” (Adiós, adiós avión). En un momento dado, una de las azafatas le pidió a Kate que le diera Dimedrol (un potente antiestamínico) al menor para que se callase. La madre se negó rotundamente y el vuelo dio media vuelta para dejarlos de nuevo en Atlanta.
4. Oler mal. La compañía Air Canada Jazz asegura no tener políticas discriminatorias con sus viajeros, aunque si el resto de pasajeros protestan porque uno huele mal, no será bienvenido. Un cliente de la compañía que viajaba de la Isla Príncipe Eduardo a Montreal fue desembarcado cuándo las quejas por el mal olor del pasajero empezaron a multiplicarse.
5. Llevar pantalones (demasiado) caídos. Deshon Marman un veinteañero de la Universidad de Nuevo México no fue aceptado en un vuelo porque su código de vestimenta prohíbe las prendas “indecentes o inapropiados”. Los pantalones del joven le llegaban por debajo del trasero, así que las azafatas no dudaron en hacer cumplir su reglamento.
6. Usar un vocabulario poco educado. En 2011, Robert Sayegh, de Nueva York fue desalojado de un avión por usar la palabra “joder” dos veces. El avión llevaba 45 minutos de retraso en el aeropuerto de Detroit y Sayegh se quejó en voz alta. Sin embargo, uno de los miembros de la tripulación le escuchó decir la palabra y pidió que le bajaran del avión inmediatamente. Savegh reconoció que en ese momento estaba en plena resaca.
7. Llorar por tener miedo a volar. También en 2011, Ricci Wheatley y su hermana viajaban a Dallas para visitar a su padre que había sufrido un paro cardíaco días antes. Justo antes de despegar, Wheatley comenzó a llorar porque decía que tenía miedo. Para pasar el mal trago pidió un vaso de vino, pero la tripulación decidió que sería mejor que se lo tomase fuera del avión. La compañía le pagó una noche de hotel y le cambió el billete para el día siguiente.
8. Ser demasiado alto. Un vecino de Oregon que quería viajar a la ciudad de Ontario no pudo realizar su trayecto por ser demasiado alto. El pasajero medía algo más de dos metros, y al hacer el registro del pasaje solicitó un asiento en el pasillo de emergencia. Sin embargo, el teleoperador que le atendió le dijo que no quedaban, y que era problema de las azafatas. Al final tuvo que desembarcar y esperar a otro vuelo menos lleno.
9. Toser de forma incontrolada. Rachel Collier una chica hawaina de 16 años había ido de vacaciones de fin de curso a Nueva York. Días antes de tomar el vuelo de vuelta se resfrió, y pese a que un médico confirmó que estaba en condiciones de volar, el capitan del vuelo cambió de opinión a mitad de camino. La joven y una profesora se quedaron una noche más en Nueva York y la compañía les cambio el pasaje para el día siguiente.
10. Sacar una foto a una azafata desagradable. En julio de 2011, la fotógrafa Sandy DeWitt estaba a punto de embarcar en un vuelo de Miami a Philadelphia cuándo decidió tomar una foto a una de los asistentes de vuelo que estaba siendo maleducada con los pasajeros. Al subir al avión, la azafata se encaró con ella y le exigió que borrara la foto. Al negarse, la trabajadora dijo al personal de seguridad que la consideraba una pasajera que ponía en riesgo la seguridad del avión. Minutos después, DeWitt era escoltada por dos agentes fuera del avión.
Tomado de viajesboletin
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Este es mi cuaderno de bitácora y experiencias, un espacio de aventuras por los rincones del mundo donde encontrarás anécdotas y curiosidades de mis viajes, así como consejos y sugerencias de cada una de ellos.